Según Lise Bourbeau, la heridas emocionales se crean cuando, poco después de nacer, nos damos cuenta de que cuando nos atrevemos a ser nosotrxs mismxs, alteramos el mundo de lxs adultxs y de ello deducimos que no es bueno ni correcto ser naturales.
Concretamente en la herida de rechazo, en momentos de vulnerabilidad en los que el/la niñx necesitaba ser vistx, escuchadx, contenidx, validadx, legitimadx, protegidx,… lo que se encontró fueron juicios, expresiones o gestos de descalificación, no aceptación o desprecio, que generaron una profunda sensación de inseguridad.
Por ejemplo:
▪️ mensajes del tipo “otra vez llorando…”,
▪️ gestos de “bufff” si me caigo y expreso lo que me pasa …
▪️O comentarios tipo «eres igual que la tía Pepita”, cuando sé que la tía Pepita es la complicada de la familia… O llegas con una nota de 6 y te dicen que podría haber sido un 7. O “cómo vienes en este momento no ves que estamos los mayores…”
Sensación de hacer siempre algo mal o de que nunca es suficiente.
Hacer consciente la herida es empezar a curarla. El camino, sentir la herida y la compasión, aceptación a ti. Aceptarte profundamente. Aceptar al niñx heridx.
Nuestra tarea como adultxs:
🔸️ Es hacernos cargo de esx niñx. Escucharnos, validarnos. Darnos lo que un día no nos fue dado.
🔸️ Darnos cuenta que muchas veces, lo que nos encontramos no es un rechazo, sino que simplemente es un NO. Pero no tiene que ser un no a mí. Quizás la otra persona no quiere compromiso con nadie o es que está a otra cosa. No es un rechazo a mi persona, simplemente es un NO.
🔸️ Poner consciencia en que ese temor al rechazo hoy no nos condicione como lo hizo de niñxs, cuando estaba en juego nuestra seguridad y amor de nuestros progenitores/cuidadores.
🔸️ Permitirnos ser más naturales. Y ser muy IMPECABLE CON UNX MISMX y no para los demás.
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