Esta pregunta es muy recurrente en consulta y como dice la palabra… va de quererse. Nada más y nada menos…
❤️ Quererse es, entre otras cosas, ACEPTARSE. Y lo que ocurre es que muchas personas vienen a terapia a CAMBIAR, porque algo de ellas no les gusta, no se aceptan.
Cosas que escucho: “Tengo mal carácter”, “no debería ser tan débil”, “no tendría que afectarme tanto ese comentario”, “ya tendría que haberlo superado”, “debería poder hacerlo solx”, “no tendría que necesitar tanto afecto”, “soy poco …”, “soy demasiado…”…. Diferentes formas de juzgarse, de invalidarse, de no aceptarse.
💔 Lo que crea malestar y disminuye la autoestima en la persona no es realmente ser así o asá, sino el autojuicio hacia unx mismx, la no aceptación de lo que unx es, siente, hace, necesita…
Y claro que es legítimo querer cambiar, pero si ello significa cargarme aquello que no acepto de mí, implica perpetuar una lucha interna, que desgasta y agota.
🦋 “La curiosa paradoja es que cuando me acepto tal como soy, entonces, puedo cambiar”, decía el psicólogo humanista Carl Rogers.
Esa aceptación necesaria para el cambio implica salir del paradigma de la lucha y entrar en el de la curiosidad, la autocompasión, el humor. Amigarnos con nosostrxs mismxs. Mirar cómo es que forjé ese carácter, de qué me salvó, para qué aparece mi debilidad, de qué me sirve, qué gano evitando sentirme vulnerable…
🙏 Una profesora mía decía “No cambiamos, nos calmamos”. Eso es. Cuando dejamos de luchar contra nosostrxs mismxs es posible encontrar paz y calma.
➕ La autoestima y el cambio (o transformación) vienen de SUMAR: desde la aceptación de aquello que no me gusta de mí puedo empezar a salir del corsé que me he creado de cómo tengo o no tengo que ser, empezar a ser más flexible y a permitirme ser de otras maneras.
En lugar de aniquilar, integro y amplío mi espacio interior.
Con cariño ♥️
Mar
