A través de un proceso terapéutico y en un espacio de seguridad, intimidad y confianza donde poder abrirte y expresar tu mundo interior sin ser juzgada, aprenderás a poner el foco en lo que sientes y lo que necesitas. A aceptarte a ti misma, reconocerte y respetarte. De esta forma, dejarás de tener la mirada continuamente en el otro y de que tu estado emocional dependa de la atención que te da la otra persona.
En este viaje hacia ti también comprenderás por qué te torturas mentalmente cuando entras en la duda de si has dicho o hecho mal, quedándote atascada en un bucle de pensamientos. Esta información te ayudará a ser más amable contigo misma y con ello también aprenderás a calmarte.
El autoconocimiento que obtendrás durante el proceso te permitirá tener la confianza y seguridad en ti misma para mostrarte al otro de forma más espontánea (sin tanto control, miedo a mostrar quien eres o a que “se acabe”) y vivir tus relaciones más desde el disfrute, con la sensación de que tu bienestar y calma dependen de ti misma.
Cuando estás empezando a conocer a alguien, te sientes eufórica y fantaseas pensando que puede ser el amor de tu vida. No puedes evitar tener ideas a futuro con esa persona, en lugar de vivir la realidad del presente.
Te sientes segura de ti misma en otros ámbitos de tu vida pero cuando inicias una relación, te angustias ante comportamientos del otro que percibes como alejamiento. Tu calma vuelve si percibes señales del otro de que “todo está bien”.
Hay una actitud inconsciente de controlar al otro para asegurar que no se vaya. También de controlarte a ti misma, para no hacer o decir algo que llevara a la pareja a dejar la relación. Te contienes y dejas de ser espontánea.
Cuando estás en relación, tienes miedo a quedarte sola y haces todo lo posible por gustarle, estar impecable, adaptarte, … te pierdes en la otra persona y te cuesta saber lo que sientes y lo que necesitas.
Cuando percibes que se distancia, empiezas a dudar de ti y te torturas repasando mentalmente una y otra vez la última conversación o el último encuentro, buscando qué pudiste decir o hacer mal, desgastándote emocional y energéticamente.
Sientes que es por tu culpa que la otra persona se aleja. Te sientes culpable si pones límites. De fondo hay un pensamiento muy dañino de que hay algo que no está bien en ti, que eres defectuosa, que no eres suficiente.
Dejar de pelearte con lo que se supone que tienes que ser para gustar al otro. Soltar la imagen ideal en la que intentas encajar para que el otro te acepte. Darte cuenta de que lo que eres ya te hace una persona querible, digna de ser amada.
Comprender por qué a veces eres tan exigente contigo. Construir una relación de afecto contigo. Amigarte contigo. Mirarte con buenos ojos. Desarrollar la capacidad de quererte y de ser compasiva contigo misma.
Ser consciente de qué es lo que se mueve en ti cuando percibes que el otro se aleja, que te desestabiliza. Tener recursos para autoregularte y calmarte en esas situaciones.
Recuperar tu espontaneidad. Restaurar la confianza en ti misma que te permite mostrarte más completa. Reencontrarte con una sensación de paz interna en la cual el control sobre el otro deja de ser tan necesario.
Elegir parejas que se ajustan a lo que realmente quieres. Dejar de idealizar al otro y de colocarle en un pedestal. Situarte en una posición de igualdad respecto del otro.
Aprender a comunicarte con respeto hacia ti y hacia el otro, a poner límites y a pedir en lugar de exigir. Aprenderás el significado de la palabra asertividad.
Iniciarás un viaje de
autodescubrimiento
Re-Conectarás con
tu niña interior
Transformarás los bloqueos que te limitan
Recuperarás la confianza para hacer algo distinto
Practicarás entre sesiones para profundizar en tu proceso de transformación personal
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